La lectura empieza por casa y es la familia la
primera llamada a fortalecer el gusto por leer. Este placer será esencial para
afrontar con éxito el aprendizaje de la lectura y la escritura. Así, el hogar,
la biblioteca y el colegio son escenarios en los que la lectura se desarrolla.
La familia puede apoyar el proceso lector desde el comienzo de sus vidas,
ofreciendo grandes beneficios como: aumentar el nivel intelectual, el
vocabulario, las formas de expresión, argumentación, la imaginación… estos
efectos beneficiosos se multiplican al introducir a los adultos en la lectura y
afianzar los lazos con los hijos.
Los
padres, abuelos y/o cuidadores que están
con los niños, juegan un papel muy importante a la hora de incentivar la
lectura infantil, de hecho, el comportamiento de los adultos frente a los
libros puede ayudar a que los niños se introduzcan de forma más efectiva en la
lectura, acercándonos más a ellos, conocer mejor su mundo y enriquecer nuestra
conversación, creando un espacio de diálogo al que ellos, y nosotros, queremos
volver a lo largo de la vida. Por ello, la lectura debe ser una parte natural
de la vida familiar.
Estas
jornadas afianzan el hábito lector en familia que cuando se adquiere se
convierte en un tesoro invaluable para toda la vida; la lectura es una afición
que puede practicarse en cualquier tiempo, lugar y circunstancia, nos aleja de
todos nuestros momentos difíciles que aquejan nuestra sociedad como: la soledad, la depresión, la enfermedad entre
otros.
Esta actividad tiene como fin, que cada familia vea la oportunidad que tiene para compartir unos minutos del día con los hijos para fortalecer, apoyar y motivar la lectura en los niños, afianzando el vínculo de amor hacia los hijos.
Docentes Ciclo II JM - JT